El protagonista de esta historia. Una bombilla que, después de un ataque de lucidez, vive en el absoluto convencimiento de ser un hombre. Cada mañana se levanta temprano para ir a la fábrica de grapas en la que trabaja. Sueña con vivir del arte, aunque nunca hace nada para conseguirlo. Tiene una relación de amor-odio con su creador.